Por Xavier Valcárcel
La quinta edición de la Feria de Libros Independientes y Alternativos en Puerto Rico, celebrada ayer en Viejo San Juan fue toda un éxito. Más de una treintena de mesas ofrecieron a los visitantes y a la comunidad sanjuanera, la diversidad y lo más reciente de la gestión creativa independiente de autores, editores, editoriales, artistas gráficos y diseñadores puertorriqueños. El histórico edificio de la Casa del Sargento, en la esquina de las calles Sol con Barbosa, con su amplio balcón, techo a doble altura, arcos y lozas criollas, sirvió como sede para la bulliciosa jornada, gracias a la colaboración de Beta-Local. La feria, aunque con énfasis en proyectos editoriales autogestionados, zines, comics, revistas, libros, antologías, experimentos literarios, reunió también a artistas plásticos, músicos, artesanos y demás hacedores, por lo que su variada oferta incluyó desde escobillones, limones a 3 x $1.00, agua de manantial, polvorones y comida saludable, hasta joyas de origami, postales, fotografías, grabados, calendarios y dibujos personalizados, entre otras. Un pequeño pero acertado programa de presentaciones complementó el evento.
Foto: Iona Muniz |
Tal como comentara la poeta Nicole Delgado, gestora y organizadora de la FLIA en la isla, la feria "ha resultado ser la mejor vía para conocernos y dar a conocer nuestras publicaciones, intercambiar ideas y proyectos, vender nuestros productos, formar alianzas y armar nuestra fiesta, a nuestra forma libresca y particular. Desde hace ya tiempo que los escritores han dejado de depender de la voluntad de las editoriales para materializar sus obras. Creemos en el papel y en la autogestión como medio y modo". Sin embargo, el comentario de Delgado no es solo suyo, es el eco de toda una comunidad internacional de escritores que ha venido tomando, cada vez más, desde hace poco más de una década, las vías y medios de creación, gestión, producción, difusión y distribución en favor de sus propuestas, y en respuesta a los entramados del mercado editorial actual y al contexto social y económico de sus respectivos países.
Con respecto a la FLIA, como modelo de gestión, se originó Buenos Aires, Argentina, en mayo del 2006. Entonces se llevó a cabo entre autores y editores independientes que buscaban la forma de difundir sus trabajos en un encuentro multitudinario. Evidentemente lo lograron. A partir de tal intercambio, en el que participaron no sólo literatos sino también artistas plásticos, visuales, circenses, músicos, actrices y actores, documentalistas, cineastas y más, la feria no ha parado de expandirse por todo Argentina y otros países latinoamericanos, realizándose hoy con éxito en Chile, Uruguay, Colombia, Paraguay, México y Brasil.
En Puerto Rico, la feria se ha venido celebrando desde 2012 en distintos espacios de la capital, atrayendo en cada edición a más y nuevos públicos, así como a más y nuevos cómplices, quienes llegan edición tras edición cargando con sus mesas y sus respectivas propuestas. Entre estas es preciso destacar las producciones creadas especialmente para presentarse al público en el contexto de la feria. Igualmente, cada edición genera su propias actividades, lecturas y exhibiciones. Ayer, por ejemplo, se presentó el libro Verso y tambó de la poeta y gestora cultural de Guayama Nora Cruz, quien presentó orgullosa a algunos integrantes de la Liga de Poetas del Sur. Estos, a su vez, compartieron sus poemas con los asistentes. Así también, se presentaron los libros artesanales: Nidos, de Annete Blasini, Mi pequeño gran bestiario, de Yolanda Velazquez, Cuentos embotellados, de Haydee Zayas, y Medidas a ojo, de Michelle Rodríguez. De igual forma, se llevó a cabo una lectura de poesía con megáfono en solidaridad con Ayotzinapa, a cargo de las poetas Iris Alejandra Maldonado y Mayda Colón, que inició con la lectura de los nombres de los 43 estudiantes mexicanos desaparecidos. Por cada uno, el público dijo Presente a viva voz, cargando de emotividad el momento. Como cierre de la jornada, se presentó el documental Los subterráneos, Visiones y reflexiones sobre la FLIA, que recoge entrevistas y visuales de la feria argentina.
Las visiones y reflexiones de la FLIA puertorriqueña, por el contrario, aún no se han recogido, pero pudiera ser este un buen momento para hacerlo. Queda claro que el evento en la isla ha generado nuevas acciones, producciones, posibilidades y puestas en evidencia. Aunque la dinámica del evento y la realidad del libro de autor, libro alternativo o libro independiente no es nueva en el país, lo cierto es que cada vez se torna más contundente y visible. Ferias de libros de autor organizadas por instituciones del gobierno, exhibiciones y residencias artísticas en salas de museo dedicadas a estos, nuevos sellos editoriales surgiendo alrededor de la isla, son solo algunos ejemplos. Cada vez más conocemos de escritores puertorriqueños anteriormente publicados por editoriales formales adentrándose ahora en la producción artesanal de sus libros, también artistas plásticos. De igual forma, algo dice acerca de este hecho la mera de creación categorías especiales para publicaciones independientes en premios literarios así como mesas dedicadas a la nueva panorámica editorial en festivales y encuentro.
Foto: H. Roberto Llanos |
Por ahora queda decir que la FLIA de ayer fue brillante y exitosa. Concurrida, desde las 10 de la mañana hasta las 7 de la noche, dejó confirmado entre los asistentes que se trata de la mejor celebración, y el mejor mercado, de la producción editorial, literaria y artística independiente en el país. Nuevas posibilidades para celebrarla en otras partes de la isla están sobre la mesa. Yabucoa y Arroyo están como próximos destinos. Ahora solo falta una nueva convocatoria para otra vez preparar las mesas y festejar. Por lo pronto, empiezan a idearse ya nuevas propuestas, a generarse nuevos proyectos y colaboraciones. Cruzamos los dedos para que haya una nueva FLIA pronto. Será un gusto volver a estar ahí.