miércoles, 25 de marzo de 2015

breve reseña sobre Humedales

El registro de la memoria en humedales opera desde varios tiempos.  En éste las imágenes no son inexactas, sino algo escurridizas. El texto está estructurado como una secuencia de stills, imágenes en serie que a pesar de ser bastante concretas y con cierto ritmo determinado, funcionan como un loop semi borroso.  De ahí el adjetivo escurridizo.  
Humedales es una expectativa en donde convergen varias conjugaciones, diferentes modos, personas y sobre todo tiempos. La imágenes oscilan sutilmente entre evocaciones del pasado vivido, pasados por vivir, proyecciones del deseo, futuros especulativos y presentes en fuga. La expectativa es presentimiento. El texto propone una fusión entre acción y memoria, mediada por una percepción neutra. Ser testigo equivale también una participación, la percepción, aunque sea neutra, es siempre el resultado de un hacer o al menos de la posibilidad de éste.
Humedales también nombra. Palabras designan e identifican contextos, o sea nombres. Estos, aunque no son numerosos, son piezas claves para desarrollar una memoria concreta desde la lectura. Operan como puntos de referencia dentro de una visión en momentos quimérica.  Elementos concretos se repiten, borrando líneas que dividen lo alegórico de lo directo, instancias que en el texto se retroalimentan al igual como sucede con los modos y los tiempos.  Estos elementos son básicos y elementales: autobús, río, grúas, caballo, antenas, jardín, bosques, sábanas, uñas…  
En humedales se prevee y se conjetura. Es una atmósfera en constante fuga, pero con el  presentimiento de que su registro siempre se ha llevado por dentro.

Pablo Guardiola

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